En un memorando divulgado por la Casa Blanca y destinado a las oficinas del secretario de Estado, Antony Blinken, el presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Joe Biden, señaló que es del ”interés nacional” de su país continuar con la medida unilateral que impuso un embargo y un bloqueo económico contra Cuba en 1961.
La acción de la Casa Blanca, vigente desde hace varias décadas, se mantendrá hasta el 14 de septiembre de 2024. En el documento oficial, Biden también instó a la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, a hacer cumplir esta medida sancionatoria contra la economía cubana.
Entre 2016-2020, durante la gestión de Donald Trump, Estados Unidos endureció las medidas coercitivas contra Cuba, activando los títulos III y IV de la Ley Helms-Burton, uno de los instrumentos que se utiliza para agredir económicamente a la isla. La medida causó severos estragos en los sectores de inversiones, inmmobiliario, turismo y en el transporte aéreo y marítimo.
Una política genocida
En 1961, el entonces presidente John Kennedy rompió relaciones diplomáticas con Cuba, en respuesta a la nacionalización de la propiedad estadounidense en la isla. Luego, anunció la imposición del embargo y bloqueo comercial y económico, vigente hasta hoy.
Según datos oficiales del gobierno cubano, EE.UU. ha impuesto 240 medidas coercitivas unilaterales contra Cuba, basados en un andamiaje jurídico-normativo que consta de leyes como la Ley de Asistencia Exterior (1961), Proclama Presidencial (John F. Kennedy 1962), Ley para la Democracia Cubana (1992), Ley Helms-Burton (1996), entre otras.
Este conjunto de leyes somete a la isla caribeña a un embargo total que incluye el congelamiento de activos, la prohibición de transacciones financieras y comerciales y el impedimento de arribo de buques.
El criminal embargo contra Cuba es una de las políticas de agresión unilateral más rechazadas durante años en el mundo. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha rechazado anualmente el embargo impuesto desde hace 60 años.
Desde 1992, la Asamblea General ha aprobado resoluciones con apoyo masivo a favor del levantamiento del bloqueo. De hecho, en 2022, 185 países votaron a favor de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba, presentado por la isla. Sólo Estados Unidos e Israel votaron en contra de la resolución, mientras el Brasil de Bolsonaro y Ucrania se abstuvieron.
De acuerdo con las autoridades cubanas, el embargo le ha costado a Cuba más de 150 mil millones de dólares y ha producido severos impactos en el desarrollo y el comercio de la isla. Sin embargo, el país se encuentra por encima de Estados Unidos en todos los indicadores sociales internacionales.