“La crisis alimentaria como instrumento de presión occidental” es el título del foro en el que se debatió acerca del sistema de producción y distribución de alimentos a escala mundial, en el marco de la operación especial de Rusia sobre Ucrania. En el evento se afirmó que la crisis alimentaria global tiene su origen en un sistema económico de carácter hegemónico, que da prioridad a la acumulación de capital y de recursos energéticos sobre la vida humana.
La actividad se efectuó en la sede principal del Banco de Tesoro, en Caracas. Intervinieron como ponentes la investigadora Clara Sánchez; el ministro para Pesca y Acuicultura, Juan Carlos Loyo; y el viceministro y gerente general del Observatorio Venezolano Antibloqueo, William Castillo.
El titular de la cartera de Pesca y Acuicultura se refirió en su intervención a la hambruna que ya afecta a muchos países y regiones, así como al riesgo de que tal situación se expanda. Aseveró que los conflictos, sumados a la imposición de medidas coercitivas unilaterales, merman la capacidad de suministrar fertilizantes al mundo, hecho que afecta severamente la producción de alimentos.
Escasez, inflación e incertidumbre
Loyo precisó que “Bielorrusia enfrenta sanciones occidentales y es un importante suministrador de fertilizantes”. Entre Rusia y ese país producen “más de 40 % de las exportaciones mundiales de potasa, un nutriente fundamental para los cultivos”.
Afirmó Loyo que el sistema hegemónico utiliza la escasez de alimentos como “medida de presión” para obtener un beneficio a través de la acumulación, ya que no se deja de producir. Por tanto, “el problema no es de producción, sino de acumulación y distribución”. Enfatizó en que las sanciones occidentales contra Rusia “han empeorado los cuellos de botella de la cadena de suministro global, causando inflación en los sectores de alimentos y energía en todo el mundo”.
Crisis por acumulación
Clara Sánchez Guevara, investigadora y autora del libro “Operación Bloqueo de Alimentos a Venezuela”, afirmó que la matriz sobre la crisis sustentada en la escasez de alimentos como trigo y maíz, entre otros, tiene como verdadero origen el sistema hegemónico que rige la acumulación de alimentos para manipular el mercado mundial.
Expresó que “la crisis alimentaria global no comenzó con la guerra entre Rusia y Occidente por la operación especial en Ucrania, sino con la pandemia de covid-19. A partir de esta, se produjo un fuerte incremento de los precios de los alimentos”. Añadió que “la geopolítica de los alimentos va acompañada de un conflicto convencional y no convencional, propiciado por los Estados Unidos para intentar mantener su hegemonía global”.
Sánchez Guevara sustentó con datos que la crisis alimentaria no obedece a la baja de la producción en Ucrania y Rusia, ya que estas naciones solo representan 14 % de la producción de trigo y 5 % de la de maíz. Sostuvo que entre 2019 y 2021, esos rubros estuvieron disponibles y aun así “aumentó en más de 42 % el número de personas afectadas por crisis alimentarias a escala mundial”. Denunció, asimismo, que las sanciones impuestas a más de 30 países limitan la capacidad de compra de alimentos por parte de esas naciones.
Venezuela y su lucha anti MCU
El viceministro de Políticas Antibloqueo, William Castillo, refirió que sobre Venezuela pesan 763 medidas coercitivas unilaterales, que “castigan a funcionarios públicos y a organismos oficiales como el Banco Central de Venezuela y el Ministerio del Poder Popular de Economía y Finanzas. Es decir, castigan a la institucionalidad económica de la nación. Los bancos públicos han sido incluidos de manera directa e indirecta en estas medidas”.
Castillo, quien también es gerente general del Observatorio Venezolano Antibloqueo, presentó durante la actividad el primer sistema de gestión inteligente de datos de la nación, herramienta que aspira a constituirse en “un servicio de información valioso para el desarrollo de una nueva cultura económica en Venezuela, difundida a través del Observatorio Antibloqueo para informar de forma rigurosa y especializada sobre los precios internacionales de los bienes básicos y materias primas más influyentes en la economía mundial”.