Un total de 37.433 medidas coercitivas unilaterales afectan hoy en día a 30 países en todo el mundo, entre ellos Cuba y Venezuela. Estas naciones se cuentan entre los países más sancionados por esta política ilegal, que busca asfixiar económicamente a los Estados que reivindican la autodeterminación, la soberanía y el multilateralismo, en una etapa de cambios geopolíticos y reconfiguración económica.
Los casos de agresión multiforme en contra de Cuba y Venezuela fueron analizados en el foro virtual “Economías en Crisis: los casos de bloqueo contra Cuba y Venezuela”, organizado por el Observatorio de Relaciones Internacionales y que se efectuó el pasado viernes 8 de noviembre. Intervinieron en esta actividad el viceministro de Políticas Antibloqueo William Castillo, junto con el experto internacional y catedrático de la Universidad de Ciencias Informáticas de Cuba Yordanis Crespo.
Las visiones de los ponentes en este foro coincidieron en señalar como el objetivo de la imposición de las MCU forzar el cambio ilegal de gobiernos, mediante el cerco económico y el bloqueo financiero, para causar daños y penurias a la población de los mal llamados países sancionados.
Escalada sancionatoria contra Venezuela
El viceministro Castillo explicó que la agresión contra Venezuela ha intentado hacer inviable la vida política del país. Destacó que la ilegalidad de estas medidas busca camuflarse mediante las llamadas licencias, que no son otra cosa que una forma de administrar las sanciones, pero que son igualmente violatorias del derecho internacional.
Señaló Castillo que licencias, como la que le fue extendida a la multinacional Chevron, “han permitido operar en el sector petrolero, con lo cual se ha podido pagar algunas deudas, aunque de forma muy limitada”. Igualmente, refirió la forma en que ha escalado en el tiempo la política de sanciones impuestas por EE. UU. contra Venezuela. Se refirió, en específico, a los casos del Banco Central de Venezuela, la Corporación Minera Nacional, el Banco de Exportación de Venezuela (Bancoex) y el Banco de Venezuela, con lo cual se buscó impedir de forma absoluta las operaciones financieras del país
El también gerente general del Observatorio Nacional Antibloqueo aseveró que la agresión multiforme tiene por fin último “impedir el funcionamiento normal de un país y bloquear la totalidad de sus relaciones económicas, comerciales y sociales”, para imponerle el mayor grado de perturbación e imposibilitar su funcionamiento como Estado.
Resistencia y unión nacional
Castillo dijo que la política sancionatoria impuesta por EE. UU. y sus aliados ha ocasionado graves perjuicios a todos los venezolanos y venezolanas. “Ha sido un proceso muy duro. Y si esto ha sido diez años, imagínense seis décadas”, señaló en referencia a la prolongada agresión contra Cuba.
Prosiguió señalando que, no obstante, Venezuela ha logrado una recuperación en todos los sectores, con musculo propio y gracias a un firme y sostenido esfuerzo nacional. “Seguimos en recuperación en todos los ámbitos: social, económico, médico, alimentario”. Con relación a este último sector, destacó que pese a la caída de los ingresos “se han mantenido programas como los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP)”, que atiende a más de 7 millones de familias y añadió que hoy Venezuela produce más alimentos que antes del inicio de las sanciones en 2014.
Se refirió asimismo a logros como el abatimiento de la hiperinflación que agobió al país en el período 2017-2022, y precisó que en lo que va de 2024 el promedio mensual del índice de precios oscila entre 1 % y 1,5 %. “Vamos por el cuarto año de crecimiento con esfuerzo propio. Hemos ido recuperando la economía del país, aun sin que hayan sido levantadas las sanciones”, expresó.
El digno ejemplo de Cuba
El experto internacional cubano Yordanis Crespo afirmó que las seis décadas de bloqueo contra su país han generado “un impacto no solo económico, sino también político, social, deportivo y cultural”. Afirmó que, sin el bloqueo, el PIB de Cuba pudo haber crecido un 8 % en 2023. “Si hacemos un análisis como país, vemos que nuestra nación tiene el potencial de ser un país fuerte económicamente, pero sufrimos una gran injusticia por más de 60 años”.
Crespo puntualizó que el bloqueo “no solo transgrede los derechos humanos de la población cubana, sino que también afecta a terceros”, al impedir que otros países puedan relacionarse con la isla.
Definió a Cuba como “un país de guerreros, luchadores e innovadores que apuestan por una ciencia de alto nivel, por la integridad de cada uno de sus habitantes y por la protección de los derechos humanos de sus ciudadanos”. Como ejemplo, refirió que, durante la pandemia de covid-19, Cuba -con la confianza de sus científicos y médicos- fue capaz de crear 6 vacunas que fueron puestas gratuitamente a disposición del pueblo cubano y del mundo entero. Enfatizó que, en su país, a pesar del bloqueo se mantienen los programas sociales, de educación, salud y deporte gratuitos.
Para finalizar, Crespo acotó: “Nosotros, como pueblo, estamos cansados de tener que seguir hablando del bloqueo, pero tendremos que seguir haciéndolo porque Estados Unidos no ha podido doblegar a un pequeño país de tan solo 11 millones de habitantes, lo cual me enorgullece”.