Mi general Pérez Arcay nos conoció el alma a la muchachada militar de los ‘70. En una carta de Pérez Arcay, como una espada, nos dice: “Alguien tenía que hacerlo, les tocó a ustedes, muchachos, estoy con ustedes”. A Yare fue una vez a vernos en prisión. No lo dejaron entrar y se quedó parado de plantón. Le dijo a un oficial: “Capitán, soy el general Pérez Arcay, como no me dejan entrar, vine a pagar plantón frente a mi comandante Chávez, que está allá adentro”. Aquel general se paró dignamente debajo del sol durante tres o casi cuatro horas, pagando un plantón ahí, llevando sol frente a Yare, como espiando cosas. Es uno de nuestros grandes maestros: Jacinto Pérez Arcay (…) Una noche casi que le digo: “Mi general estamos a punto de alzarnos”, solo que la disciplina revolucionaria me impidió decírselo. Yo estaba seguro que, de decírselo, él se hubiera incorporado al movimiento revolucionario. Desde sus tiempos de teniente coronel –éramos nosotros imberbes cadetes– nos hablaba en el Patio de Armas: “Muchachos, Bolívar; muchachos, Sucre; muchachos, Miranda; muchachos, Zamora; ahí está la raíz de ustedes, muchachos militares del siglo XXI”.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.