
La delegación de la Federación de Rusia condenó una vez más en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU las más de 1000 medidas coercitivas unilaterales que le han sido impuestas a Venezuela, calificándolas de ilegítimas y contrarias al derecho internacional.
La representación del gigante eurasiático argumentó que esta “presión externa representa una seria amenaza” para los derechos humanos en la nación bolivariana. En el contexto del 60° período de Sesiones del Consejo de Derechos Humanos, que tiene lugar en Ginebra, Suiza, la Federación de Rusia denunció que las más de mil “restricciones diferentes” contra Venezuela, que tienen una “grave proyección humanitaria directa”.
La declaración se produjo durante un diálogo con la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos sobre Venezuela.
Postura histórica
Este pronunciamiento subraya la postura histórica de la Federación Rusa en oposición a las MCU impuestas por Estados Unidos y respaldadas por países occidentales. Asimismo, ratifica su rechazo a lo que considera una “politización del trabajo” del Consejo de Derechos Humanos.
Tal posición se alinea con los argumentos expresados en el seno de la ONU por representantes del Gobierno Bolivariano de Venezuela. El canciller Yván Gil ha destacado que “la mayoría de las naciones” representadas en el Consejo de Derechos Humanos “reconoce el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales impuestas por la Administración estadounidense”.