En la que fue probablemente su última declaración a la prensa, el recientemente fallecido secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Mohammad Barkindo (1959-2022), afirmaba que la escasez de suministro de petróleo a escala mundial se podía aliviar si se permitiera la activación de bombeos adicionales desde Irán y Venezuela, actualmente limitados por las medidas coercitivas unilaterales impuestas por Estados Unidos y otros países.
“Podríamos desbloquear los recursos y reforzar la capacidad si se permitiera que el petróleo producido por la República Islámica de Irán y Venezuela volviera al mercado”, declaraba Barkindo en una conferencia sobre energía celebrada en la capital de Nigeria.
El líder del organismo petrolero aseguraba que la industria de los hidrocarburos y el gas se ha visto afectada por años y por la de falta de inversión, en medio de una tendencia de algunos países por desprenderse del petróleo, una situación que a su juicio “aumenta la tensión en el sector”.
Con referencia al calentamiento global, señalaba “que la demanda de crudo crece, pero la inversión en capacidad productiva cae”, razón por la cual los precios se disparan.
Energía bajo asedio
En referencia a los acontecimientos geopolíticos que tienen lugar en Europa, donde la guerra en Ucrania ha dejado a muchos países vulnerables a la subida de los precios de la energía, Barkindo declaró que “estos amenazan nuestro potencial de inversión ahora y a largo plazo. Para decirlo sin rodeos, mis queridos amigos, la industria del petróleo y el gas está bajo asedio”.
Vaticinaba que la demanda primaria de crudo a escala mundial aumentará hasta 2045, mientras que la capacidad de refinación de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se redujo en 3,3 % durante 2021.
“La guerra en curso en Ucrania, la pandemia de covid-19 que sigue entre nosotros y las presiones inflacionarias en todo el mundo, se han unido en una tormenta perfecta que está provocando una importante volatilidad e incertidumbre en los mercados de materias primas en general. Y lo que es más importante, en el mundo de la energía”, aseveró Barkindo.
Cooperación estratégica
Irán y Venezuela han ampliado la cooperación desde 2020, particularmente en proyectos de energía y canjes de petróleo. Ejemplo de ello es que, en mayo pasado, la Corporación Nacional de Ingeniería y Construcción de Petróleo de Irán firmó un contrato por valor de unos 110 millones de euros para repotenciar una refinería en Venezuela, que procesa 146.000 barriles por día.
El acuerdo se selló tras negociaciones a las que asistió el ministro de Petróleo de Irán, Javad Owji, quien estuvo en Venezuela a principios de junio.
En ese mismo mes, el presidente venezolano, Nicolás Maduro Moros, dispensó una visita de Estado a Teherán, dentro de su gira por países euroasiáticos y del África. Con ocasión de ese viaje, fue suscrito un convenio bilateral con una proyección de 20 años entre Irán y Venezuela, que prioriza, entre otros sectores, las áreas petrolera y petroquímica.
En esa oportunidad, ambos mandatarios expresaron sus posturas coincidentes con relación al escenario energético global, siempre dentro de las directrices y decisiones adoptadas por la OPEP.