La economía venezolana destaca como la que más crecerá entre los diez países de Suramérica, en medio de un clima de incertidumbre e inestabilidad mundial generado por el conflicto bélico en Europa, de acuerdo con estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Todas las economías latinoamericanas y caribeñas enfrentan una coyuntura compleja en 2022, debido a la confrontación militar entre Rusia y Ucrania, lo cual ha obligado a los organismos económicos multilaterales a revisar sus proyecciones para el año en curso.
En este escenario complejo, la Cepal ajustó a 3,3 % su estimación sobre el crecimiento mundial, un punto porcentual menos de lo que se proyectaba antes del inicio de las hostilidades, en febrero pasado. En el ámbito regional, el menor crecimiento esperado se verá acompañado por una mayor inflación y una lenta recuperación del empleo.
De acuerdo con la Cepal, el conflicto de Ucrania ha agudizado los problemas inflacionarios, aumentado la volatilidad y los costos financieros, lo que impactará el desempeño económico de América Latina y el Caribe, el cual se prevé registre un promedio de 1,8 % para la región.
Las economías de América del Sur crecerán 1,5 %, las de América Central más México 2,3 %, mientras que las del Caribe tendrán un crecimiento de 4,7 %.
La Cepal prevé asimismo que el comercio mundial se verá afectado por el conflicto bélico, lo que provocará una disminución de la demanda externa de América Latina y el Caribe.
Los principales socios comerciales de la región: Estados Unidos (EE.UU.), China y la Unión Europea (UE), alcanzarán tasas de crecimiento inferiores a las esperadas con anterioridad al conflicto. En el caso de EE.UU., el crecimiento sería de 2,8 % (1,2 puntos porcentuales por debajo de las proyecciones previas al conflicto). Para China se proyecta un crecimiento de 5 % (0,7 puntos porcentuales menos que antes de las hostilidades), en tanto que para la UE se espera un crecimiento de 2,8 % (1,4 puntos porcentuales menos de lo esperado antes del conflicto).
El organismo regional señala que el crecimiento de 5 % proyectado para Venezuela en 2022 será similar al de China y estará por encima del de EE. UU. y de Europa. Venezuela se ubica también por encima del crecimiento promedio de todas las subregiones del continente.
Una crisis global
La guerra en Ucrania también ha provocado un aumento de precios de los productos básicos (commodities), principalmente de los hidrocarburos, algunos metales, alimentos y fertilizantes. Este incremento se suma a las alzas de costos observados debido a disrupciones en las cadenas de suministros y a la exacerbación de las interrupciones del transporte marítimo.
El alza de costos en todos estos sectores ha redundado en un impulso de la inflación a escala mundial, que en algunos países ha alcanzado máximos históricos en lo que va de 2022. Ante la persistencia y aumento de la inflación, se esperan mayores alzas en las tasas de interés de los países desarrollados.
La Cepal prevé igualmente una mayor volatilidad de los mercados financieros, lo que, junto con el aumento a la aversión global al riesgo, como resultado del conflicto en Ucrania, ha afectado los flujos de capital hacia los mercados emergentes y de países en desarrollo.
Estas tendencias podrían acentuarse a lo largo del año, en especial si persisten las presiones inflacionarias sobre las economías desarrolladas, y los bancos centrales de estas naciones profundizan políticas monetarias contractivas, incluyendo alzas de las tasas de interés y la reversión de los estímulos monetarios (compra de activos).
Inflación en América
Al igual que en el mundo, la dinámica inflacionaria en América Latina y el Caribe se ha acelerado, advierte la Cepal. Para marzo de 2022, se estima que la inflación regional será de 7,5 %, y muchos bancos centrales de la región anticipan que se mantendrá elevada en lo que resta de año, en virtud de la mayor incertidumbre en el contexto externo, acentuada por el conflicto ruso-ucraniano.
La inflación regional será apuntalada por los altos precios internacionales de la energía y de los alimentos, así como por las disrupciones en las cadenas globales de suministro y mayores costos de transporte.
Estima la Cepal que, en consecuencia, habrá una contracción del gasto público, lo que reforzará la reducción observada en 2021. Ello acarreará una disminución del aporte de la política fiscal al crecimiento.
De igual manera, si bien los mercados laborales dan señales de recuperación, esta ha sido lenta e incompleta. Para este año -y en concordancia con la desaceleración que se espera en el ritmo de crecimiento de la región-, se espera que la generación de empleo se reduzca. La acción conjunta de una mayor participación laboral y de un bajo ritmo de creación de puestos de trabajo impulsará un alza en la tasa de desocupación durante 2022, afirma la Cepal en su informe.