
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emitió una orden ejecutiva que impone un arancel del 50 % a todas las exportaciones provenientes de Brasil.
La Casa Blanca justifica esta medida como respuesta a políticas y acciones recientes del Gobierno brasileño que, a juicio de Washington, representan una “amenaza inusual y extraordinaria” para la seguridad nacional, la política exterior y la economía de los Estados Unidos.
La orden ejecutiva añade que se busca hacer frente a políticas del Gobierno de Brasil, que “perjudican a las empresas de Estados Unidos” y vulneran “los derechos de libertad de expresión de las personas estadounidenses”.
La nueva carga arancelaria entrará en vigor el 1.° de agosto. El decreto firmado por Trump califica como “graves violaciones a los derechos humanos” las acciones del Gobierno de Brasil, al referirse a lo que considera persecución, intimidación, censura y enjuiciamiento del exmandatario Bolsonaro y de miles de sus seguidores. Señala que estos hechos han “socavado el estado de derecho” en la nación suramericana.
El sesgo injerencista
El anuncio del incremento arancelario coincide con la imposición de sanciones por parte de EE.UU. contra el juez brasileño Alexandre de Moraes, apenas doce días después de que Washington anunciara restricciones de visado en su contra y de otros funcionarios vinculados con el proceso judicial contra Bolsonaro.
Aunque el Gobierno del presidente Lula da Silva anunció para los próximos días una respuesta oficial ante la medida, movimientos sociales de Brasil convocaron una jornada nacional para el viernes 1.° de agosto en rechazo a la medida de Washington y para denunciar las agresiones a la democracia de su país, mediante la política ilegal estadounidense de imponer sanciones a gobiernos y funcionarios que no se ciñan a sus planes de control político y económico sobre otros Estados.
Nuevo capítulo en escalada comercial de EE. UU.
La medida entrará en vigor en siete días, a excepción de Canadá, donde los gravámenes se aplican de inmediato.
La lista, que la administración Trump denomina “aranceles recíprocos ajustados”, revela la magnitud de la ofensiva comercial. Siria (41 %), Laos y Myanmar (40 %) reciben las tarifas más altas, mientras que otros países como India (25 %), Sudáfrica (30 %), Corea del Sur (15 %), Indonesia (19 %), Japón (15 %) y la Unión Europea (15 %) también se ven afectados.
En el caso específico de Venezuela, se estableció un arancel del 15 % sobre sus exportaciones al mercado estadounidense. Esta medida se suma a una orden ejecutiva previa que impone un arancel adicional del 25 % a cualquier país que importe petróleo o gas venezolano, con lo cual se mantiene la presión sostenida sobre la nación bolivariana.
México, por su parte, acordó una prórroga de 90 días en las negociaciones, quedando excluido de esta nueva lista de aranceles. En el caso de China, la orden ejecutiva no altera ni afecta los aranceles ya impuestos tras las recientes negociaciones con Pekín.
La aplicación de esta medida abre un nuevo capítulo en la guerra comercial planetaria emprendida por la administración de Donald Trump.
Con información de Telesur