La industria petrolera venezolana continúa transitando la senda de la recuperación y el crecimiento sostenido, al registrar un incremento de 5 % durante octubre de 2024, de acuerdo con el último informe de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Los datos indican el bombeo de 46.000 barriles adicionales diarios en el citado período, para una producción total de 989.000 barriles diarios frente a a los 943.000 barriles por jornada registrados en septiembre pasado
El aumento refleja la tendencia positiva que ha caracterizado el sector en el transcurso de 2024. En lapso comprendido entre enero y octubre, el promedio de producción fue de 909.000 barriles por día, lo que representa un significativo crecimiento frente a los 779.000 barriles del mismo período de 2023. Esta variación interanual de 26 % evidencia el avance de Venezuela como un actor clave en el ámbito mundial de la energía, a pesar de las restricciones internacionales
En cuanto a la cotización del crudo Merey marcador de la cesta petrolera venezolana, el informe destaca una recuperación de 6 %, al pasar de 54,91 USD por barril en septiembre a 58,30 USD en octubre. Este incremento es particularmente notable si se compara con otras cestas de crudo a nivel mundial, cuyas variaciones se mantienen entre 0,2 % y 2 %
Durante el periodo enero-octubre de 2024, el precio promedio del crudo venezolano fue de 66,24 USD por barril, superando en 4 % el promedio del mismo período en 2023, cuando se ubicó en 63,69 USD. Estas fluctuaciones reflejan las dinámicas geopolíticas y de mercado que afectan a la industria global y de las cuales no está exenta Venezuela.
Venezuela en la ecuación energética global
Tales resultados validan el acierto de la política energética delineada para estabilizar y potenciar la industria, en un contexto marcado por complejidades globales y por las medidas coercitivas unilaterales que afectan al país. Venezuela reafirma su compromiso de mantener una posición sólida en el mercado energético internacional, avanzando hacia la estabilización y crecimiento de su producción de hidrocarburos.
Con esta sostenida recuperación, el Estado venezolano demuestra capacidad de adaptación y claridad para consolidar su rol clave en el panorama energético global, contribuyendo a la estabilidad del mercado petrolero.