
En el marco de la 16ª Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), que se celebra en Ginebra, Suiza, Venezuela denunció las amenazas a su soberanía e integridad territorial por parte de Estados Unidos y reafirmó su lucha por el levantamiento de las medidas coercitivas unilaterales.
La delegación venezolana, encabezada por la ministra de Comercio Exterior, Coromoto Godoy; y por William Castillo, viceministro de Políticas Antibloqueo, intervino en la conferencia “Medidas coercitivas unilaterales: obstáculos al comercio y el desarrollo sostenible”, en la que participaron la relatora especial de la ONU sobre medidas coercitivas unilaterales, Alena Douhan; la experta independiente de la ONU sobre las consecuencias de la deuda externa, Attiya Waris; y representantes de Rusia, Cuba, Irán, China y Belarús.
En la actividad, organizada por el Grupo de Amigos de la Carta de Naciones Unidas, fueron analizadas las graves consecuencias de las más de 37 000 medidas coercitivas unilaterales (MCU) vigentes en el mundo, que afectan a 30 naciones y más de 28% de la población mundial.
Los ponentes coincidieron en señalar que las sanciones tienen por objetivo devastar las economías de los países en desarrollo para lograr objetivos de política exterior, lo que acarrea un impacto sistémico que afecta el comercio y global y el cumplimiento de los objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Durante el foro se condenó la aplicación de medidas coercitivas unilaterales que violan el derecho internacional, afectan el 12% del comercio mundial y vulneran gravemente los derechos humanos y el desarrollo de los pueblos.
Asimismo, se denunció que las MCU buscan “promover un cambio de régimen político en naciones soberanas, al restringir la capacidad productiva al limitar las capacidades productivas nacionales, interrumpir la planificación económica y provocar las caídas del PIB”. Todo lo cual se traduce en una fragmentación y creación de barreras artificiales al comercio, al impedir el acceso a las cadenas de suministro y generar escasez de bienes esenciales como alimentos y medicinas.
Venezuela, un decenio bajo bloqueo
En la intervención, el viceministro William Castillo, enumeró las graves consecuencias que han tenido para el país las1042 medidas coercitivas unilaterales y otras medidas de coerción económica que le han sido impuestas desde 2014.
Destacó la congelación de más de 30 mil millones de dólares en el sistema financiero global desde 2017, de los cuales 22 mil millones de dólares continúan retenidos en bancos internacionales.
Explicó que entre 2015 y 2022, los ingresos nacionales en divisas cayeron un 90 % y que la imposición de medidas coercitivas estuvo dirigida principalmente a la industria petrolera, por ser el principal motor económico de la nación. Dijo Castillo que la producción de petróleo cayó 87 % entre enero de 2015 y junio de 2020. Las pérdidas de Pdvsa ascendieron a 232 mil millones de dólares hasta 2022, con una caída de la producción estimada en 3.995 millones de barriles en el mismo período.
Precisó que, como consecuencia de las sanciones, la economía venezolana sufrió una severa contracción económica, y que el costo para el país ascendió a 642 mil millones de dólares hasta el año 2022.
Aseveró Castillo que las sanciones unilaterales reemplazan el sistema de reglas del comercio global por “la ley del más fuerte” creando obstáculos al desarrollo de las naciones pequeñas y destacó los esfuerzos del Grupo de Amigos de la Carta para llevar este debate al mundo entero.
Venezuela rechaza amenaza militar
En su intervención, Venezuela formuló un llamado a todas las naciones y conciencias democráticas del mundo a defender la paz y la seguridad en el mar Caribe y en toda América Latina, al tiempo que pidió el levantamiento de las sanciones unilaterales y el cese inmediato de las amenazas a su soberanía e integridad territorial.
“Con 1.042 medidas coercitivas y otras medidas restrictivas y punitivas aún vigentes sobre sus espaldas, la República Bolivariana de Venezuela se encuentra hoy bajo una amenaza de agresión militar basada en falsas y perversas acusaciones; una retórica de criminalización que el Gobierno de Venezuela rechaza de manera categórica, como lo hemos denunciado el pasado 10 de octubre ante el Consejo de Seguridad de la ONU”, dijo el viceministro Castillo.
Añadió que “la soberanía de Venezuela, la vida de su población y de países vecinos, y la libertad de comercio y la seguridad del transporte civil en el mar Caribe, se encuentran amenazadas por una política temeraria que revive los más oscuros tiempos del intervencionismo en nuestra región”.
Señaló asimismo que, en respeto a la Carta de las Naciones Unidas, “desde este foro exigimos a Estados Unidos, el país agresor, respetar la soberanía de Venezuela, cesar las amenazas, y volver a los mecanismos diplomáticos y de cooperación para solucionar de las diferencias”.