
Al intervenir en el 80° Período de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el canciller Yván Gil rechazó una vez más las amenazas militares contra Venezuela y dijo que el objetivo de Washington es apoderarse de las ingentes riquezas del país mediante un cambio del régimen político.
El jefe de la diplomacia venezolana aseveró que los poderes globales han implementado una guerra multiforme contra Venezuela desde el inicio de la Revolución bolivariana en 1999.
Señaló que a partir de 2015 le han sido impuestas a Venezuela 1042 medidas coercitivas unilaterales, que han causado un daño cruel e inhumano a toda la población. Añadió Gil que estas sanciones han sido dictadas con el fin de paralizar la industria petrolera y los sectores productivos nacionales. Definió la estrategia sancionatoria de EE. UU. y sus aliados como “una forma de guerra económica, destinada a causar sufrimiento y desestabilización para forzar un quiebre político”.
Terrorismo y amenaza militar
El canciller se refirió al largo historial de acciones de índole militar y paramilitar puestas en práctica contra el Estado venezolano. Entre estas, mencionó el intento de magnicidio con drones y varias incursiones mercenarias que constituyen actos de terrorismo internacional.
Con respecto a la actual amenaza militar de EE. UU., dijo que cualquier agresión de esta naturaleza viola de manera flagrante la Carta de la ONU y los derechos que asisten a Venezuela como Estado soberano. Reiteró que el objetivo último de esta amenaza es llevar la guerra al Caribe y a Sudamérica, para justificar la intervención y el robo de los recursos energéticos.
Multipolaridad y cese de sanciones
Gil abogó por la construcción del mundo pluripolar, de equilibrio y justicia. Contextualizó la denuncia de las agresiones a Venezuela caracterizándola como una lucha contra la vieja lógica unipolar, al tiempo que destacó el rol de Venezuela en la creación e impulso de alianzas de cooperación Sur-Sur y de iniciativas de integración regional como el ALBA, Petrocaribe y Unasur.
Expresó la solidaridad del Gobierno y del pueblo de Venezuela con el resto de los países objeto de medidas coercitivas unilaterales o amenazas. Demandó el cese del “bloqueo asesino y criminal” contra Cuba y el fin del genocidio contra el pueblo palestino. Asimismo, pidió el levantamiento de sanciones contra Nicaragua, Corea del Norte, Eritrea e Irán, y respaldó a Rusia en su lucha contra los brotes de neonazismo.
Paz, autodeterminación y soberanía
El canciller Yván Gil reafirmó la vocación de paz y autodeterminación de Venezuela, así como su derecho inalienable a defender su soberanía. Agradeció la solidaridad mayoritaria de los gobiernos y pueblos de la región y del mundo, en particular el apoyo recibido de la Celac y del Movimiento de Países No Alineados, expresado durante las sesiones de la Asamblea General y en los distintos foros y encuentros bilaterales celebrados en el marco de la reciente reunión del organismo mundial.