
En la plaza Altamira de Chacao, cuyo Alcalde era entonces Leopoldo López, el paciente psiquiátrico João de Gouveia dispara contra manifestantes antichavistas, como parte del plan golpista, dejando un saldo de tres personas muertas y 28 heridos. El homicida confiesa su participación, acusando a Globovisión de haberlo confundido.