Dos años después de ocurridos los hechos, un inspector de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) elaboró un informe donde “duda” sobre las motivaciones que tuvo el Gobierno de Estados Unidos (EE.UU), en ese momento dirigido por Donald Trump, para proveer “ayuda humanitaria” a Venezuela en febrero de 2019.
El documento publicado el 16 de abril pasado, no había sido divulgado hasta ahora. En el mismo se señala que el programa de supuesta ayuda humanitaria hacia el país suramericano no cumplía los estándares de este tipo de procedimientos denuncia que la mayor parte de dicha ayuda fue aviada de Venezuela hacia Somalia.
La ayuda debía ser entregada el 23 de febrero fe 2019 mediante un operación política y diplomática que forzaría su ingreso por la frontera mientras en Colombia se realizaba un ruidoso festival musical.
El convoy que contenía insumos alimentarios y otros, iba en varios camiones que trataron de romper el paso en dos puentes en el estado Táchira, fronterizo con Colombia, y derivó en un enfrentamiento entre grupos armados desde Colombia con las autoridades fronterizas y grupos de población venezolana.
¿Qué sucedió realmente con la ayuda humanitaria?
El Gobierno de Venezuela, y varios periodistas independientes y el canal latinoamericana Telesur, mostraron los hechos como parte de una operación violenta de cambio de régimen, mientras y Estados Unidos desechaba las acusaciones.
Las conclusiones de la auditoría USAID apuntan a que la “ayuda humanitaria” no fue puesta bajo “los principios humanitarios de neutralidad, independencia y basada en evaluaciones de necesidades”, sino que respondió en parte a la campaña de la administración Trump para presionar una salida violenta del Gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Meses después del incidente, medios estadounidenses avalaron la tesis venezolanas que los camiones con los supuestos insumos humanitarios fueron quemados por los mismos operadores que trataban de hacerlos ingresar por el Puente Simón Bolívar.
Por su parte, el informe alega que de las 368 toneladas de insumos que mandaron para escenificar el evento en Colombia, sólo ocho toneladas entraron a Venezuela, “y las 360 toneladas restantes se distribuyeron dentro de Colombia o se enviaron a Somalia”.
El informe interno de USAID cuestiona que el Gobierno de Trump se negara a coordinar la entrega de la supuesta “ayuda” con la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En cambio decidió trabajar con una organización no gubernamental venezolana (no identificada en el informe) porque consideraba que estaba alineada a los intereses del Gobierno de los Estados Unidos. “Esta organización nunca había recibido financiación de USAID, y la Oficina Regional no sabía si la organización tenía la capacidad de cumplir con los requisitos legales y financieros de USAID” dice el documento.