
La vicepresidenta ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez, encabezó este miércoles la plenaria de clausura de la Asamblea de los Pueblos por la Soberanía de Nuestra América, que se celebra en Caracas.
Rodríguez alertó que el inusitado y arrogante despliegue militar estadounidense, con el pretexto del combate al narcotráfico, representa una amenaza real “no solo para Venezuela, sino todos para los pueblos latinoamericanos y caribeños”.
Ante la posibilidad de que Washington agreda directamente el territorio de Venezuela o de algún otro país de Suramérica o el Caribe, vaticinó que Estados Unidos experimentaría “su peor su fracaso; su peor derrota se la daríamos en este hemisferio, que es el hemisferio de Bolívar, el hemisferio de los independentistas, no de los expansionistas ni de los imperialistas”.
Bolívar frente a Monroe
Rodríguez consideró que uno de los temas planteados en el encuentro, la confrontación entre el ideario bolivariano frente a la doctrina Monroe, es un aspecto central de la dinámica geopolítica en el continente.
Destacó las contradicciones entre ambas visiones y dijo que el Gobierno de Estados Unidos pretende hoy reivindicar el monroísmo con su Doctrina de Seguridad Nacional de 2025.
Aseveró que sigue vigente disputa histórica que ha definido la relación entre Estados Unidos y la región latinoamericana. “La actual Administración estadounidense reivindica su pretensión de ejercer el control político, cultural y financiero sobre todo el hemisferio”, recalcó.
Asimismo, señaló que en la actualidad Estados Unidos exhibe dos características fundamentales en su política exterior: la violencia militar y las agresiones económicas, estas últimas referidas al impacto que tienen las ilegítimas medidas coercitivas unilaterales sobre la vida de los pueblos.
“Es como si cayeran las bombas silenciosas en los derechos humanos fundamentales de los ciudadanos”, afirmó.
Solidaridad ante la agresión imperial
Añadió Delcy Rodríguez que “no hay bloqueo que pueda con la solidaridad, el amor de otros pueblos del mundo por Venezuela, y no hay amenaza ni agresión militar que pueda derrumbar ese amor por nuestro pueblo”.
Dijo que Venezuela “no está asustada, sino librando una gran batalla con el mismo fervor y emoción que lo hicieron los libertadores, y enfatizó que de lo que se trata es de “reivindicar nuestra historia y nuestra moral, por la independencia y la libertad”.
La vicepresidenta ejecutiva de la República agradeció la presencia de los delegados y las delegadas de más de 50 países, presentes en Caracas para manifestar “la solidaridad y el apoyo a Venezuela en medio de la creciente agresividad imperial”.

