En un informe emitido el pasado 18 de diciembre, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) indica que Venezuela lidera el crecimiento económico en la región con una proyección de 6,2 % al cierre del año.
El pronóstico de la Cepal se ha elevado notablemente con respecto a la previsión que hiciera en agosto pasado, cuando proyectó un crecimiento de 5 %. Este resultado destaca dentro de un contexto caracterizado por la desaceleración de las economías de la región y las amenazas de nuevas medidas coercitivas unilaterales contra Venezuela.
Para el conjunto regional, el organismo proyecta una moderada expansión económica, con un aumento estimado de 2,2 % en 2024 y una leve recuperación a 2,4 % el próximo año. Esta tendencia de bajo dinamismo continúa limitando la capacidad de América Latina y el Caribe para contribuir significativamente al crecimiento económico global.
Dentro de la región, el Caribe (sin incluir a Guyana) se posicionará como líder con una expansión proyectada de 2,5 % en 2024, seguido por América del Sur con 2,1 % y Centroamérica y México con 1,8 %. No obstante, la pérdida de impulso en el comercio exterior seguirá siendo un desafío para la recuperación económica en el mediano plazo.
También con respecto a Venezuela, para 2025 la CEPAL estima un crecimiento de 3,1 %, en línea con la proyección anterior de 3 %. Con estos resultados, la economía venezolana se consolida como la de mayor crecimiento en toda la región
Panorama desafiante
De acuerdo con la CEPAL, la región encara un panorama económico desafiante, marcado por un bajo crecimiento y una persistente desaceleración de la región. El PIB per cápita apenas logró en 2024 regresar al nivel alcanzado hace 36 trimestres, lo que evidencia el impacto del debilitamiento del consumo y la formación bruta de capital fijo.
La ralentización de la economía mundial ha afectado negativamente las exportaciones netas, mientras que la actividad industrial, especialmente la manufacturera, ha retrocedido.
El cuadro general
- América Latina y el Caribe se encuentra en lo que la CEPAL denomina “la trampa de baja capacidad para crecer”. El crecimiento promedio anual en la década 2015-2024 ha sido de 1 %, lo que implica un estancamiento del PIB per cápita.
- Las previsiones de crecimiento económico regional para 2024 y 2025 –2,2% y 2,4% respectivamente–, aunque superiores al promedio de la década, reflejan la persistencia de un bajo crecimiento.
- La poca expansión del PIB regional ha llevado a una menor contribución de América Latina y el Caribe al crecimiento mundial y a un bajo crecimiento del empleo.
- El consumo privado se mantiene como principal motor del crecimiento regional, aunque con una expansión moderada. Se espera que el empleo siga creciendo levemente, pero con persistentes brechas de género en el mercado laboral.
- Las perspectivas para la inversión en 2025 son desalentadoras, en un contexto de debilidad del gasto público. Se espera que la formación bruta de capital fijo continúe contrayéndose, lo que pone en duda su capacidad para sostener el crecimiento a mediano y largo plazo.
- La inflación continúa a la baja en las economías de la región, aunque a un ritmo más lento que en 2024.
- La disminución de la inflación en la región y la reducción de tasas en Estados Unidos han permitido relajar la postura de la política monetaria a escala regional.
- Los países de la región siguieron acumulando reservas internacionales en 2024.