
La proyección del documental “Lucha contra el ALCA: desafío de los pueblos” en la sede del Centro Internacional de Inversión Productiva, para rememorar los 20 años del triunfo latinoamericano y caribeño sobre la propuesta de un área de libre comercio hemisférica bajo la conducción de Estados Unidos, se complementó con un conversatorio en el que participaron la economista y docente universitaria Judith Valencia y el comunicador y analista internacional Mauricio Rodríguez, junto al viceministro de Políticas Antibloqueo, William Castillo.
Los tres ponentes expusieron sus puntos de vista sobre el significado de la derrota del Área de Libre Comercio de las Américas, sellada el 5 de noviembre de 2005 e inspirada en la posición de defensa de los intereses de los pueblos de la región asumida por el presidente venezolano Hugo Chávez.
De esta forma, América Latina y el Caribe rechazaron adoptar un esquema neoliberal que imponía una falaz integración económica bajo la cual se encubría la subordinación de todo el conjunto regional a los intereses hegemónicos de Estados Unidos.
Los conferencistas coincidieron en valorar el triunfo sobre el ALCA como una demostración de la capacidad de los pueblos para revertir, con unidad y decisión, las agendas transnacionales concebidas para vulnerar su soberanía.
Valencia: Nuevas estrategias, la misma agresión
La economista y activista social Judith Valencia inició su análisis señalando que el ALCA representó el último gran intento de neocolonización a través de los mecanismos de mercado que buscan desmantelar la capacidad productiva de los países en favor de las transnacionales. Dijo que ese fracaso obligó al hegemón a replantear su estrategia de dominación.
Valencia sostuvo que las medidas coercitivas unilaterales (MCU) impuestas a Venezuela por Estados Unidos desde el año 2015 constituyen la expresión actual de una misma agresión. Afirmó que “lo que no se pudo lograr mediante un tratado de libre comercio, se busca imponer mediante el estrangulamiento financiero y el bloqueo económico sistemático”.
Definió las MCU como herramientas de guerra no convencional, que buscan generar sufrimiento económico, fractura social y desestabilización política, atentando directamente contra el derecho a la vida y el desarrollo autónomo de la República.
Dijo que el objetivo de estas acciones punitivas sigue siendo el control de los recursos y de la política del país, para ponerlos al servicio de los intereses de Estados Unidos y del poder económico transnacional.
El rescate de la verdad histórica
El comunicador y analista internacional Mauricio Rodríguez centró su intervención en la relevancia de rescatar y preservar la verdad histórica. Señaló que, en la década final del siglo XX y hasta 2005, hubo un intento de la mediática internacional por ocultar el impacto del acuerdo sobre los países y debilitar la resistencia popular.
Rodríguez trazó un paralelo con la actualidad, en la que campañas en medios de comunicación y redes sociales pretenden invisibilizar la aplicación de las MCU o, peor aún, a justificar sus efectos como resultado de la mala gestión interna. A su juicio, esta guerra de información tiene por objetivo socavar la moral y la conciencia del pueblo.
Definió el documental proyectado como una valiosa herramienta pedagógica, al tiempo que afirmó que la defensa de la memoria histórica es crucial para desarticular la matriz de opinión que normaliza u oculta la existencia del bloqueo. Por último, reiteró la necesidad de mantener y reforzar una contraofensiva comunicacional popular.
La continua lucha por la soberanía
El viceministro William Castillo vinculó la derrota del ALCA con la actual estrategia de defensa económica y social de la nación. Dijo que la Ley Antibloqueo y las políticas emanadas del Ejecutivo Nacional son la respuesta orgánica del Estado ante la persistente agresión a la economía nacional.
Afirmó que el enfrentamiento a las MCU no es un evento aislado, sino la continuación directa de la lucha histórica de los pueblos por la autodeterminación. Definió la propuesta del ALCA como un precedente claro de los objetivos imperiales y consideró la defensa del modelo económico soberano como una prioridad estratégica.
Castillo, quien es gerente general del Observatorio Venezolano Antibloqueo, llamó a consolidar la conciencia nacional sobre los efectos de las medidas coercitivas unilaterales. En tal sentido, afirmó que la unidad de acción y la comprensión profunda de la naturaleza de las sanciones son indispensables para superar la actual coyuntura y preservar la independencia económica frente a cualquier forma de injerencia externa.

