1989 fue un año convulso en el mundo, cae el Muro de Berlín, antesala del derrumbe de la Unión Soviética y la consolidación de EE.UU. como potencia hegemónica. Ese año, el pueblo venezolano protagoniza una rebelión antineoliberal, mucho antes de las expresiones antiglobalización de Seattle (EE.UU.,1998) o del surgimiento del Movimiento Zapatista de Liberación Nacional en México (1994).
Fue “El Caracazo”, la primera rebelión popular en contra del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el llamado Consenso de Washington.
“El pueblo dijo: ¡basta!”
En 2021, al conmemorar los sucesos del 27 y 28 de febrero de 1989, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que “¡El 27-F no fue una guarimba financiada por la Embajada de EE. UU. Fue un pueblo rebelde que gritaba: ¡ya basta! Una fecha en la cual los venezolanos y venezolanas protagonizaron la inédita ruptura de las amarras del puntofijismo, estratagema política que había establecido la oligarquía burguesa criolla durante prácticamente tres décadas continuas contra Venezuela”.
El primer mandatario nacional comparó esos hechos históricos, que sacudieron a Venezuela y al mundo, con las estrategias de violencia sufragadas por extranjeros que se registraron en los últimos años en el país, y que se conocieron como las guarimbas terroristas de la oposición política.
“¡Debemos tenerlo muy claro, porque el pueblo unido jamás será vencido!”, expresó de forma contundente al caracterizar la explosión social del llamado Caracazo, un suceso sin precedentes que cambió la historia de Venezuela.
Prohibido olvidar
En el contexto de este 34 aniversario, Maduro manifestó, en su cuenta oficial en la red social Twitter @NicolasMaduro, que el 27 de febrero “el pueblo venezolano no olvida la barbarie y la injusticia del puntofijismo y el imperialismo norteamericano, es una fecha histórica, de rebeldía frente a las nefastas políticas neoliberales del entonces presidente Carlos Andrés Pérez (CAP) y del Fondo Monetario Internacional (FMI)”. Ratificó que hace 34 años, “el pueblo, cansado de las injusticias, se rebeló contra un gobierno arrodillado a los intereses del FMI”.
Hace 34 años, el Pueblo cansado de las injusticias se rebeló contra un gobierno arrodillado a los intereses del FMI, una gran fortaleza emergió de aquellos días de profundo dolor, gracias a la valentía de nuestros mártires que hoy viven en cada batalla y victoria de la Revolución pic.twitter.com/l0kVcSenri
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) February 27, 2023
Un giro histórico
La inédita rebelión se desató en Guarenas, estado Miranda, para extenderse por todo el país, con miles de personas protestando contra el llamado «paquetazo» ejecutado por Carlos Andrés Pérez, quien se subordinó a las medidas neoliberales impuestas a rajatabla por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
#27FRebeliónAntiimperialista On February 27, 1989, a social explosion rocked Caracas. Thousands took to the streets to reject the country's neoliberal path. The US-backed gov't unleashed a brutal repression that killed thousands. But the "Caracazo" is considered a turning point pic.twitter.com/0D0hLw19Am
— venezuelanalysis.com (@venanalysis) February 27, 2023
El FMI obligó al Gobierno nacional, a cambio de “préstamos” a la República por 4.500 millones de dólares en tres años, al aumento de pasajes, la liberación de precios de productos de primera necesidad, la privatización arbitraria de empresas del Estado, el congelamiento de sueldos y salarios y recortes de todos los “gastos” o presupuestos destinados al área social, así como a un progresivo aumento de la deuda externa nacional.
Pese a que fue saldada con una masacre de los gobiernos de derecha durante la llamada cuarta república, Venezuela protagonizó así la primera rebelión mundial contra los paquetes neoliberales del FMI, el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio (OMC).
La explosión social –y la masacre consecuente– se produjo cuando en Venezuela se creía erróneamente que existía la democracia más sólida de la región. Aunque su economía no sufría un bloqueo financiero ni persecución imperial, puesto que los gobiernos de EE. UU. manifestaban ser “amigos incondicionales” de Venezuela.
“Una rebelión de millones, se llamó el Caracazo, pero fue el venezolanazo, millones de rebeldes en las calles diciendo ¡ya basta!, luego de dos siglos de traiciones, saqueos, represión de la cuarta república, que negaba los derechos sociales al pueblo invisible y aplastado, que solo era buscado cada 5 años para lograr su voto”, afirmó en alguna ocasión el presidente Nicolás Maduro.
El grito que aún se oye
“…el 27 de febrero no ha terminado porque sigue levantando su grito y su canto de dolor y de esperanza y de clamor por eso que ya ha dicho un mundo mejor eso fue un día de rebelión popular eso fue el 27 de febrero rebelión popular es mentira que fue un pueblo o una turba inconsciente…”, afirmó en un discurso el presidente Chávez.
“…historiadores venezolanos, algunos de la academia, con un supuesto estatus y mucho conocimiento, diciendo que aquello fue un pillaje, que no había ningún plan, que el 27 de febrero no fue un hecho político. ¡Vaya!, cuán equivocados están. El 27 de febrero de 1989 fue, desde mi modesto punto de vista, el hecho político de mayor trascendencia a todo lo largo del siglo XX venezolano, un pueblo que rompió las cadenas, ‘abajo cadenas, gritaba el señor y el pobre en su rancho libertad pidió’; y el pobre en las calles, no solo en su choza ni en su rancho, el pobre en las calles, la rebelión de los pobres, la lucha de clases, diría Carlos Marx (…) han querido falsificar al 27 de febrero, por eso hay que reivindicarlo todos los días …”
Testimonio de Hugo Chávez sobre el 27-F
Así describió el comandante Hugo Chávez lo que vio aquel 27 de febrero de 1989, un día que quedó en la historia de Venezuela, el día en que el pueblo de uno de los países más ricos del mundo. Para entonces, reconocida como la quinta reserva mundial de petróleo, el día en el que el bravo pueblo de Venezuela se levantó contra un sistema y un programa neoliberal que lo había sumido en la pobreza y la desesperanza.
“Entré a Fuerte Tiuna y me tocó verlo en guerra. Fui a buscar gasolina con un compadre, que era coronel. Me senté en su oficina y veo en el televisor aquel desastre. Salgo al patio: los soldados corriendo y unos oficiales mandando formación y a buscar los fusiles. Y le digo: ‘Mi coronel, ¿qué van a hacer ustedes?’. ‘¡Ay, Chávez!, yo no sé qué va a pasar aquí. Pero la orden que llegó es que todas las tropas salgan a la calle a parar al pueblo’. ‘¿Pero ¿cómo lo van a parar?’. ‘Con fusiles, con balas’. Incluso dijo: ‘Que Dios nos acompañe, pero es la orden’. Vi los soldados salir, los soldados logísticos, que no son soldados entrenados. Esos son los que hacen la comida, los que atienden los vehículos. Hasta a los mecánicos los sacaron y les dieron un fusil, un casco y bastante munición. Lo que venía era un desastre, como así fue”.
El chispazo revolucionario
En 2011, el comandante Hugo Chávez Frías aseguró que “El Caracazo fue la chispa que encendió el motor de la Revolución Bolivariana”. El entonces jefe del Estado dijo que la burguesía “no debe olvidar que una de las causas de El Caracazo fue el incremento de la pobreza (…) producto del neoliberalismo que anda aspirando volver a Venezuela”.
“Esa rebelión de la juventud militar, ante la tragedia que vivió el pueblo, desde entonces nada ni nadie hubiese podido detenerla. Solo que hay que decir que el 27 de febrero aceleró, fue un disparador, un catalizador. La rebelión del pueblo nos impulsó aún más a los militares patriotas, y el 4 de febrero del 92, tres años después, nosotros salimos a responderle al pueblo mártir del 27 de febrero de 1989”.
Reivindicación y justicia
Como un acto de justicia, en noviembre de 1999 el Gobierno bolivariano reconoció la responsabilidad del Estado venezolano en estos sucesos. El 11 de noviembre de 1999, más de diez años después de El Caracazo, la Corte Interamericana de Derechos Humanos reconoció la violación de los derechos fundamentales de 44 víctimas.
A finales de 2006, el Gobierno del presidente Hugo Chávez Frías, por medio del Ministerio de Interior y Justicia, anunció mecanismos para indemnizar también a las víctimas que no fueron acogidas por las sentencias, refiere el libro Cronología de una implosión.
El 30 de abril de 2007, el comandante Chávez ordenó el retiro de Venezuela del FMI, al cancelar totalmente la deuda externa, y destacó: “Cerramos un ciclo histórico de endeudamiento con el FMI y el BM que comenzó en 1989 el ex presidente Carlos Andrés Pérez, al firmar un acuerdo (…) causante del Caracazo”.
Con información de VTV, TeleSur y Albaciudad.