
La Ley AB es mucho más amplia que una ley de promoción de inversiones. Promueve y refuerza la garantía a la inversión privada nacional e internacional que está respaldada en Venezuela; focaliza y hace más eficiente y racional la inversión pública; busca reconectar a Venezuela con el mundo a través de inversiones y el comercio exterior, y asegura que los beneficios de la reactivación económica se inviertan en el bienestar de la población, la seguridad y la inclusión social.